Chiclana

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jueves, 4 de enero de 2018

Finaliza el año 2017 con el levantamiento de suspensiones sobre el Suelo Urbano No consolidado en el PGOU, a la espera de su publicación en el BOJA para confirmar su auténtico alcance y ser analizado en toda su extensión, así como los distintos contenciosos interpuestos contra el mismo, del que más se destaca por ir su naturaleza el de las Asociaciones Ecologistas.
Los vecinos y afectados en general, han perdido la cuenta de las alegaciones presentadas: al PGOU, al documento de levantamiento de suspensión, a las Ordenanzas., y todas ellas en aprobaciones iniciales y definitivas, con la consiguiente confusión.
No se conoce el próximo documento de las Ordenanzas de Regularización, para su estudio, ya que incluyen (según la Sra Delegada de Urbanismo) modificaciones por las alegaciones presentadas y que deberá ser estudiado pormenorizadamente, antes de ser llevado a Pleno.
Por otro lado, los costes que se informan a través de la página web del Ayuntamiento, son muy subjetivos en partidas fundamentales como son a la hora de valorar “urbanización existente sufragada por el interesado”, llevando a errores de interpretación. Igualmente se ha podido comprobar por éste colectivo errores de bultos con las mediciones e incluso contradictorios en las cantidades finales, según sea solicitada la consulta por la web o por ventanilla.
No deja de ser llamativo, que en los proyectos presentados en los FONDOS EDUSI, por el Ayuntamiento de Chiclana (en el que se valora muy positivamente, efectos urbanísticos integradores y medioambientales), no haya habido ni una sola propuesta para dotar de un servicio básico tan fundamental en pleno S. XXI, como es el agua potable en el extrarradio y en la Áreas de Regularización, curiosamente llamadas de Integración Medio-Ambientales en el PGOU.
Miramos con sana envidia a municipios tan cercanos como el de Conil, en el que “silenciosamente” ha conseguido que prácticamente todo su término tenga los servicios básicos de agua, luz y alcantarillado (o pozas reguladas), sabiendo exprimir el Decreto 2/ 2012 con la figura del AFO y con el fuerte compromiso de sus regidores.
En definitiva, comenzamos el año 2018 en el que pensamos desde este colectivo que puede ser crucial para la regularización, con el requisito indispensable del consenso de los afectados.
A nuestro pesar, continuarán miles de chiclaneros del extrarradio sin el preciado servicio básico de agua potable, eso sí, con dos grifos de suministro público para 15.000 familias, recordando tiempos pasados….mientras que se contribuye (como no puede ser de otra manera) con el Impuesto de Bienes Inmuebles de carácter Urbano para financiar a la Ciudad.